lunes, 29 de junio de 2009

hüik- en

Fueron las copas de vino las que me hicieron buscarte, lo siento…sólo para terminar entrampada en una conversación estéril por teléfono con tu mamá. Que frustración. Quería, quería, justo ese día, no lo quería dejar para otro día. Si no era ese día, no iba a ser ningún día, yo lo sabía. Ese día la cagué, pero me pasa por tomar la decisión tardía, demasiada cobardía. O demasiada sensibilidad etílica, me puse valiente, ni titubeé. Mierda de fin de semana, todo me salió al revés. Y todavía tengo la sensación en la piel, especialmente por que llevo 3 días sin ducharme y empiezo a creer que la estupidez se materializó y se me pegó en el cuerpo, como el piñén. Espero vuelva el agua para poder bañarme y de pasadita sacarme la idiotez suburbana y el vacío de la futilidad. Estos episodios de tedio burgués son extremadamente peligrosos, si te pillan con demasiadas cosas resueltas, se alimentan y crecen como gripes asesinas, infectando cada partícula resuelta de ti, esas que estaban tan sanitas y relucientes al sol. Hay un maldito grillo en algún rincón de mi pieza, y la cagada no me está dando consejos al oído, sólo frota sus patas para emitir sonidos a una frecuencia ampliamente desagradable para mí. Mañana será otro día de actividades sin significado, que ocuparán honrosamente mi tiempo.

martes, 9 de junio de 2009

zero degrees :: Akram Khan y Sidi Larbi

we all make long journeys with our dead bodies.

death surrounds us, with its stunishing marbel stillness.

may we all rest in peace.

ajuste de cuentas


no me interesan ninguno de ustedes, huéspedes malditos. si lo que esta tierra produce son cadáveres, del otro lado del ataúd y las coronas están los verdaderos cuerpos putrefactos. los puedo ver escudriñando a través de las flores de cementerio y su hedor a muerte cubre la pestilencia de su hálito. las pupilas dilatadas, los ojos desorbitados, verdaderos buitres con la boca espumosa y los buches hambrientos de vísceras y dolor ajeno. pero no les entregaré las mías, así que pueden empezar a comerse a sus propios hijos. por favor comiencen por el más pequeño, ese que está sentado en la banca y no para de chillar. es como un cerdito, rebosante de sebo y lozanía, verdadera paradoja de la imagen de dios. sólo métanle una manzana en la boca y ásenlo ya! engullan sus propios demonios y a mi déjenme los míos, seré perro del hortelano, pero los míos me los como yo.

peso a pesito estiran sus manitos para cobrar lo suyo, y como no se los das, de pedir pasan a abofetar. pero como tienen cataratas, le dan al aire, y terminan espantando las moscas que se les estaban parando sobre la cabeza.

engullan sus propios demonios y a mi déjenme los míos, seré perro del hortelano, pero los míos me los como yo.

sábado, 6 de junio de 2009

Soy una mala persona

No sé si es la consecuencia o el inicio de todo, si debiese estar al principio o al final.


Como todos los enredos sintácticos, a esta altura de la humanidad podríamos deconstruirlo todo y asignarle un valor a cada cosa por separado, así que la oración me la paso por la raja, junto con la cotona de primero, la coronita de princesa y la consigna francesa de libertad-igualdad-fraternidad.



En noches como éstas fui puta devastada por el padre, amante del cura de la parroquia, besaba con lengua a los niños del jardín del edén. Todo con vista al mar. Placentero y sin remordimientos. Mordí mil veces la mano que me dio de comer y me destrocé la boca con sus fierros de ortopedia. Sangré tanto que la vida se me tiñó de rojo espeso y aterciopelado. Me dejé caer sobre el caudal y me hundí en él, nadé con los cuerpos desenterrados de mis mascotas porque al final, todo huele a cadáver en este mundo. Y qué si no lloro, y qué si no me arrastro pidiendo perdón por existir. Hasta cuándo con la culpa, ya basta, no digan que no les advertí como iban a ser las cosas. Les gusta revolcarse con la putita, pero luego no se bancan la desidia. Ahora me persiguen con antorchas para prenderme fuego, con piedras para amarrármelas al cuello y tirarme al río, a ver si floto. Qué estupidez, y qué patudez. Me podría quedar, pero está decidido, la fuga va. Debí haberle echado aire a las ruedas antes, ahora por tarada tendré que irme a pie.


El día lleva agonizando mucho tiempo, es necesario dejarlo morir.