sábado, 12 de diciembre de 2009

Carta abierta un día antes de las elecciones


Estoy revisando a toda prisa los fondos de la cultura disponibles, navego por todos los recónditos sitios de las páginas gubernamentales como un etíope en un tenedor libre. Esa es la sensación, de hambruna por venir. Debo alimentarme ahora, por que el día después de mañana estará muy lejos de una película apocalíptica hollywoodense de fin de mundo, si no que será nuestro propio fin, sin efectos especiales ni héroes anónimos que nos salven el día.
Muchos vociferamos a los cuatro viento que la eminente proclamación de Sebastián Piñera como el próximo presidente de Chile motivará nuestro más enconado auto exilio, antes muerta que someter el fondart a votación popular (una de las estupideces más reverberantes de este último tiempo). Myriam Hernández como nueva ministro de la Cultura, FONDART seleccionados por Patricia Maldonado, actos culturales masivos a cargo del elenco de Yingo…
El futuro no se ve nada de promisorio.
Como mujer amante de la República (no mucho de la democracia; darle poder de elección a un tropel de gente ignorante no me parece para nada la mejor idea, pero es el mal menor) me inscribí el año pasado en los registros electorales en el distrito de Estación Central, para votar por Hugo Gutiérrez, el abogado de derechos humanos que iba como concejal por dicha comuna. Con Maricel hicimos filas descomunales para, primero, inscribirnos y luego para poder votar. Todo el esfuerzo y la gota sudada, para que ganara ampliamente otro prócer de la patria, el modelo de ropa interior y ex de mi prima Carlita, Pato Laguna. En fin, por lo menos conocí lugares de Estación Central que no había visitado.
En estas elecciones la cosa está más reñida, todavía no sé por quién votar y me siento como en un reality, analizando todos los escenarios posibles previos a la elección del próximo nominado por convivencia. Iré por orden de aparición en el voto, sólo porque me da la gana, en todo caso.


Arrate:
Tierno viejecito de las pestañas increíblemente crespas (hasta hace muy poco pensé que efectivamente se las encrespaba a propósito) y casado con la Diamela Eltit (lo que hace que sume muchos puntos). Repite sin asco el anquilosado discurso de la utopía comunista, con olor a vino tinto (Reserva Misioneros de Rengo en todo caso) y parrón.
Trae tras de si a al bloque político más cohesionado que he conocido: los comunistas. Fieles, consecuentes, trabajadores y bajo perfil, todos alineados tras su candidato, algo insólito en nuestros días, con tanta discolería dando vueltas por ahí…
Su plan de gobierno es todo lo que una persona como yo quisiera para un país justo, digno y feliz, sin embargo no puedo dejar de pensar que un voto para él es una oportunidad más para que salga Piñera en este país. Que a esta altura encarna al Anticristo (no el del barrio Lastarria), Belsebú, Hitler, Pin8 y Demian , todo en uno.


MEO (porque si no MEO, cago):
A ver, de MEO hay muchas cosas que me agradan, su desparpajo para reírse de sí mismo (así como también se ríe de él su señora, la Doggenweiler), su franja presidencial, que está de culto, digámoslo y algunas de sus propuestas también me parecen interesantes e innovadoras, dentro de lo que se puede innovar en la política, ciertamente.
Sin embargo hay que admitir que es un weón hiperventilado, megalómano que, en su paso por la FECH cuando era estudiante de filosofía, tampoco obedeció a la decisión de su partido de postular a otra persona y no a él, y así de descolgó y generó una lista paralela, lo que causó el desplome total de su anterior partido, divisiones internas y se enmarcó en una de las cirsis más profundas que ha tenido la FECH en las últimas décadas.
Qué nos dice esto? Que MEO tiene un grave problema para acatar decisiones que no lo benefician, que es bastante “amurrado” políticamente y que, en ningún caso, garantiza un clima de gobernabilidad, tanto por su impetuosa y hambrienta personalidad como por su falta de gabinete y respaldo político (con su amigo Alvaro Escobar paseándose de franja de diputado en franja de diputado diciendo “LÓGICO” no es suficiente MEO, lo siento).
MEO, todos mis respetos para ti y tal vez mi voto, pero como en 2 elecciones más, cuando tu propuesta gubernamental sea un poco más sólida y tu un poco menos levantado de raja.


FREI:
El narigón prodigio de la Concerta….escogerlo como candidato ha sido la peor decisión, porque ¡éste weón si que no calienta a nadie! El oficialismo, y Chile entero pagará TAN CARO la soberbia de la Concertación… a nadie se le olvidará nunca que privatizó el agua y se la vendió a los españoles, el tema pinocheques, que usó feliz su puesto como senador vitalicio, figura impuesta por el dictador para prolongar sus apariciones públicas.
La sensación que tengo con respecto a este candidato es que el resto de los partidos agrupados bajo el seudónimo de Concertación están apoyando a Frei en una desesperada maniobra de elevación del amor propio a sus bolsillos. La engrasada máquina gubernamental sustenta tantos hogares, viáticos, autos con chofer, casas de veraneo y demases que no importa que Frei sea el peor de todos los presidentes de la Concertación de la historia, hay que alinearse tras este perchero con voz soporífera si queremos seguir manteniendo el nivel al que estamos acostumbrados.
FREI, la adhesión a la Presi no es traspasable, así que deja de lamentarte y pedir perdón por los errores del pasado, contigo estamos cagados y la única fuerza de izquierda (¿?) que era capaz de ponerle freno a las pretensiones presidenciales de los chacales de la derecha se quedó en pelota, viendo como un pendejo verborreico, en 3 meses los iguala e, incluso, sería eventualmente capaz de sobrepasarlos y pasar a segunda vuelta. Poner a Frei fue la mejor estrategia para que ganase Piñera.


PIÑERA (o HIT, el payaso capitalista):
Concentra mis mayores miedos para el futuro, un país enraizado en el consumo y en la limitación de las libertades personales (las verdaderas, no ese fiasco al que apunta ellos que hablan de libertad como sinónimo de libre mercado). Me he sometido, voluntariamente, a sus arengas chauvinistas, donde ensalza el espíritu patriota (algo que su amigo Zalaquett resguarda con mucha cautela en su alcaldía, haciéndole encerronas en conjunto con personal de extranjería a los peruanos, allanando los lugares públicos que ellos frecuentan en el centro de Santiago y deportando a los indocumentados con lo puesto. Fue patético y doloroso ver en la televisión como un peruano se arrodillaba frente a una agente de extranjería suplicándole que no lo echara del país).
El hecho de que Piñera salga presidente implicaría que no entendimos nada, que los años de represión fueron efectivos y que no logramos revertir el proceso de castramiento cultural y político que sufrió nuestro país. Con su lógica de mercado y sus estrategias varias no sólo se apoderaron de la economía, si no que los otrora latifundistas de nuestro país, convertidos en los amos y señores del mercado especulador manipularon de manera perfecta la dócil voluntad de un pueblo huérfano, adolorido y atemorizado. Sentar a la derecha en el sillón presidencial es vivir de su pan y circo, de sus aproximaciones a la pobreza del tipo “soy como ustedes, soy de clase media”, prolongar las injusticias, vivir en la ignorancia forzada por un sistema de educación abiertamente perverso. Pero tomando Coca-Cola (aunque la pobre señora de Piñera haya tenido que reducir su ingesta por la crisis, pobre mujer), viendo el mundial en un plasma, hablando por el Iphone de Claro, que, según Don Francisco, reúne familiares y por estas fechas, tiene línea directa con el Viejito Pascuero.
Un país de sillones forrados en plásticos, trabajadores a contrata, sueldos mínimos, créditos de consumo, tarjetas, pechoñerías católicas, racismo, clasismo e ignorancia.


Como diría alguien por ahí “Te lo agradezco, pero no”.